Snorkel en Playa del Carmen
El miércoles decidimos visitar Playa del Carmen, que como su nombre indica, debía ser famosa por su playa.
Nada más llegar, cuando todavía estábamos extendiendo las toallas sobre la arena, al pie de unas palmeras, nos contactó un "empresario" local, que nos ofreció llevarnos en lancha hasta alguna de las zonas más bonitas de aquella zona para hacer inmersión.
La idea nos pareció interesante, pero el precio que nos pidió en principio (50$ por persona) nos pareció desorbitado. Así que le dijimos que no estábamos interesados y dejamos que se marchase.
La realidad es que estos tipos son muy listos, conocen perfectamente a su posible "clientela", así que diez minutos después se estaba paseando por delante de nosotros, dejándose ver, en una especie de ritual del cortejo entre faisanes, jejejeje.
En una de las pasadas, nos abordó de nuevo ofreciéndonos una rebaja de 10$ por cabeza. Tampoco esta segunda vez fue posible el acuerdo, y se volvió a marchar.
Entonces le pregunté a Graci que cuánto le parecería razonable pagar por la excursión, ya que a mí me apetecía que los chicos y nosotros tuviésemos la oportunidad de bucear en esos fondos de coral. Pensamos que entre 100 y 150$ sería un precio razonable por una excursión de 4 horas.
Así que en la siguiente pasada del señor se entabló una nueva "negociación". Enseguida llegamos a un acuerdo de 30$ por adulto, niños gratis. O seá: 120$, porque Álvaro ya no cuela por niño en ninguna parte, claro.
Al final resultó que el "empresario" no era más que un intermediario. Él buscaba los clientes y luego contactaba con los chicos que tenían lanchas en la playa y les daba una parte de lo que nosotros le habíamos pagado a él.Así que en pocos minutos aparecieron en nuestra zona de la playa dos chicos muy jóvenes en una lancha. Nos subimos y emprendimos la navegación hasta una cala muy bonita situada a unos 45 minutos de allí, enfrente de Xcaret.
Nos pusimos los equipos de snorkel y nos dispusimos a hacer una inmersión en aquellas increíbles aguas. Uno de los chicos se quedó en la lancha y el otro se sumergió con nosotros, para hacer de guía.
Me fijé que antes de sumergirse, nuestro guía tomó algunos pescados de un contenedor para hacer de cebo y atraer a los peces. ¡Menudo efecto!. Enseguida nos vimos rodeados por decenas de peces de todas las formas y colores imaginables.
Estuvimos buceando por algo más de una hora, y luego regresamos a la embarcación, la verdad es que algo cansados, porque tanto tiempo en el agua, haciendo inmersiones frecuentes al final acaba agotando las fuerzas.
Subimos de nuevo a la lancha y nos dispusimos a regresar a Playa del Carmen. Aprovechamos para disfrutar del impresionante color turquesa de aquellas aguas y los chicos nos tomaron esta foto en la que se nos ve a todos con una enorme sonrisa de felicidad. La verdad es que fue una de las mejores experiencias de todo este viaje, que está resultando increíble.Tras otra navegación de 45 minutos desembarcamos en Playa del Carmen, donde estuvimos bañándonos y tomando el sol por otras dos horitas, antes de regresar al resort, agotados y felices.
Todas las fotos de este día maravilloso aquí.
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