Después de haber hecho tantas actividades durante esta semana, todavía quedaba el plato fuerte, que dejamos para la mañana del último día.
Nuestro vuelo de regreso a Houston salía a las 5 de la tarde, pero teníamos una actividad pendiente, y todos queríamos realizarla: nadar con los manatíes.
Así que dejamos ya listas las maletas y casi todo recogido y nos dirigimos hasta Dolphin Encounters, que es la empresa que organiza esta actividad, y también con otros animales, como delfines, leones marinos y otros.
Dolphin Encounters estaba al lado de casa, y cuando digo al lado, quiero decir, en el portal de al lado. A 50 pasos.
Contratamos la actividad para Graci y los chicos, porque yo quería hacer unas bonitas fotos de ellos nadando con estos impresionantes animales. Lo malo es que la empresa también quiere hacer negocio con las fotos de recuerdo y tienen sus propios fotógrafos, que no te dejan situarte en los mejores lugares, por motivos de seguridad. Esos lugares es donde se ponen ellos para tomar las fotos que luego te venden.
Los manatíes son mamíferos marinos, de la familia de los elefantes y pueden llegar a pesar hasta 600 kg. Son muy tranquilos y les encanta comer lechugas. Los chicos tuvieron oportunidad de alimentarlos, pero son insaciables y se pueden comer una caja entera de lechugas y siguen viniendo a buscar más.
La actividad dura aproximadamente 45 minutos, e incluye las explicaciones del principio, los besos a los manatíes, la sesión de fotos (que no compramos) y un rato al final para que puedas nadar con ellos y alimentarlos.
Todas las fotos de nadando con manatíes en este enlace.
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